Hace algunos meses tuvimos un conversatorio acerca de la literatura centroamericana. Entre los asistentes surgió una pequeña lista de autores recomendados, y entre nosotros, los miembros de La Mosca Azul, un reto: elegir a un cuentista de la región y explicarte por qué deberías leer uno de sus textos.
Este artículo es parte de nuestra serie “cuentos para leer en cuarentena”.
La entrega, de Rodrigo Rey Rosa
Recomendado por: Óscar González
El cuento La entrega pertenece al libro 1986 Cuentos completos (Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U., 2O14). El cuento fue publicado originalmente en El chuchillo del mendigo, 1985.
En este cuento breve del guatemalteco Rodrigo Rey Rosa acompañamos al protagonista en un viaje asfixiante, en el que como lectores compartimos sus incertidumbres. Esperamos lo peor; tememos lo peor. Lo interesante es que, al igual que el personaje principal, desconocemos a dónde terminará el recorrido. Uno de los grandes logros del cuento es mantener esa tensión. Se puede intuir lo que está ocurriendo; sin embargo, eso que no se cuenta y que se va revelando poco a poco es lo que hace que el lector quiera saber más. La escena final, el desenlace del cuento, también es intenso pero de forma distinta: es lo íntimo, acompañado de la revelación final la que le da su fuerza. Y aún así, aun concluyendo la historia, el escritor no deja de colocar elementos que generan intriga.
Las criadas y La vida en común, de Augusto Monterroso
Recomendado por: Jeannette Cruz
Estos cuentos pertenecen al libro Cuentos, fábulas y lo demás es silencio (España, RBA, 2019).
Al guatemalteco Augusto Monterroso se le reconoce por sus cuentos breves. De hecho, suyo es el famoso cuento El dinosaurio, uno de los relatos más cortos en español:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.”
Así que no es ninguna novedad que Cuentos, fábulas y lo demás es silencio sea una colección de cuentos cortos, retratos extraños de Leopoldos, fábulas de moscas que quieren ser águilas, dibujos de señoras sentadas frente a tacitas de café… en fin, una mezcla donde vas a hallar de todo.
Los cuentos que te recomiendo especialmente (click en el título para leerlos) son Las criadas y La vida en común.
Las criadas es una denuncia y una celebración: usando la ironía, Monterroso se acerca a una realidad donde las injusticias, la violencia, las brechas sociales y la pobreza se vuelven personajes que acompañan a este personaje-multitud que son las criadas. El cuento es al inicio festivo, como una luz muy fuerte que ilumina un cuarto, pero a medida que avanzás en la lectura vas notando las sombras, los rincones sucios, las manchas en todas partes.
Por otro lado, La vida en común es para que te riás un poco: ¿cuánto tiempo has estado en cuarentena?
El ángel pobre, de Joaquín Pasos
Recomendado por: Derlin de León
El cuento El ángel pobre fué publicado en 1941, en pleno auge de un movimiento literario que intentaba romper con el rubendarismo exagerado en la literatura nicaragüense.
La maravillosa historia de un ángel que llegó a un pueblo, no a llevar milagros o para ser venerado, no a involucrarse en religión, política o negocios, sino a servir en la casa de la familia que lo acogió.
Y llegó así a la casa acomodada de don José Ortiz Esmondeo, rodeado por las gentes curiosas del barrio.
Doña Alba, la señora, abrió la puerta.
―“Soy un ángel pobre” ―dijo el ángel.
Una audaz crítica al oportunismo y la ambición como valores morales de la burguesía de la época, ante la nobleza y el desinterés de un ángel que trabaja incansablemente en los cuidados de un jardín y que construye una natural amistad con un niño.
En este cuento, Pasos nos presenta a una figura celestial llevada al mundo de los hombres para mostrar un inusual sentido de la vida y de la muerte.